Abres la maleta, metes el pijama, un par de camisetas y unos vaqueros. Cierras la maleta. En Méndez Álvaro a las 16.30 habrá un autobús que te llevará a casa. Se llama huir. Y huir dicen que es cosa de cobardes pero, ¿aquí quién no es cobarde por amor?
Además, sentarte delante del mar ayuda a dejar la mente en blanco.
Y el mar está en casa; el mar es casa.
Así que Mayo empezará para ti en ese autobús que une Madrid con Coruña. Ese que tantas veces has cogido antes por el mismo motivo: huir. Ese que, al fin y al cabo, no soluciona nada. Pero a ti te gusta pensar que si.
Y una vez en casa, te sentarás en el sofá y cerrarás los ojos mientras escuchas tu canción favorita tocada por tu persona favorita.
Y te quedarás ahí, hasta que pase la tormenta.
Luego, cuando haya llegado la calma, regresarás a Madrid. Un poco más mayor, con una lección nueva aprendida, un poco más de experiencia en la vida y con un par de personas menos en tu lista. Pero entera, y preparada para empezar de nuevo, otra vez. Y sobretodo, con la esperanza de que todo haya sido mentira, aunque sea tan real como el mismo dolor que ha provocado.
Qué suerte tienes de poder huír cuando todo va mal, es lo que me encantaría a mí ahora mismo... dejarlo todo, alejarme, verlo desde un punto de vista más objetivo y volver nueva, con las ideas claras y ganas renovadas de vivir la vida.
ResponderEliminarpor cierto, buena canción:) un beso!
Te quiero mucho muchisimo :)
ResponderEliminar