27 de febrero de 2011

Lady Drama.


Sobre su espalda, un tatuaje por cada amante errante que compartió cama con ella en las noches frías de este invierno en Madrid, cuando sus sábanas aún olían a desamor. Y cicatrices en lo más profundo de su mirada que impregnaban de amargura sus labios, cuando la bilis se le subía hasta la boca del estómago y no podía contener las ganas de vomitar tras cada sesión de sexo, alcohol y otros vicios. Madrid amanece ahora entre estas cuatro paredes, el invierno ya casi ha acabado pero el frío continúa. Fuera, está lloviendo. O no, quizá no. Quizá sólo sea esa sensación de humedad atrapada entre su ropa y su piel, taponando cada poro de su cuerpo. Ahora, que se ha cansado de coleccionar amantes y tatuajes, comprende que sólo le quedan palabras y, a veces, hasta ellas le fallan. Y se encuentra llenando de silencios rojos esta habitación, estas cuatro paredes que tiemblan al recordar todos aquellos cuerpos por los que le fue imposible sentir algo más que un deseo incontrolable de arrancarles el pantalón. A los que nunca volvió a llamar; ni a ver. A los que nunca pudo llegar a querer. Recordando los cuerpos, olvidando los nombres. Como un delgado hilo de agua helada resbalando por su espalda, la realidad, de frente y de golpe. Mañanas con sabor a nada. NADA. Eso es todo lo que queda, todo lo que tiene.
Y nadie sabe, nadie entiende. Pero da igual, no es tan importante entender las cosas como sentirlas, y de eso, M. sabe un rato.

1 comentario:

  1. Maríaaaaaa PERRUNA! :)
    Actualiza el puto blog que me aburro! Lo voy a quitar de mi estado como sigas así jajajaja

    P.D. Sigue a este blog (;

    Por si no te habías dado cuenta, que sé que sí, soy tu BFF Alba :D

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