10 de noviembre de 2010

Tenía los ojos más bonitos...

… y más tristes que he visto en mi vida.

Sin embargo, brillaban. No era el típico brillo de felicidad de quien está enamorado o de quien acaba de conseguir el trabajo de su vida después de años de esfuerzo. No. Era un brillo diferente… extraño. Y aún dentro de todo lo extraño… también era precioso y cautivador. Un brillo que no le he visto a ninguna persona antes y eso que soy especialista en analizar miradas (porque mi padre siempre decía que a una persona la llegas a conocer más observando sus ojos que tras horas de conversación).
Sus ojos eran los de alguien que había tenido la felicidad en la palma de la mano, y se le había esfumado, se le había escapado… o mejor dicho, se la habían robado. Eran los ojos de alguien que había luchado, y había perdido. De alguien que lo había dado todo por otro alguien que al final resultó salirle rana. No puedo parar de darle vueltas, no puedo sacarme de la cabeza como alguien puede tener unos ojos tan tristes y bonitos al mismo tiempo. Eran tristes porque reflejaban el dolor pasado; pero brillaban. Brillaban y eran bonitos porque reflejaban la esperanza. La esperanza de quien no se ha resignado a que se la quitaran, se ha aferrado a ella con todas sus fuerzas y finalmente, ¡pum! Se la ha quedado (míamíamíamía), y en sus ojos estaba escrito lo orgullosa que se sentía de si misma. Por haber ganado el pulso y haberse salido con la suya, por haberlo conseguido.
La esperanza es lo último que se pierde, ¿no? Pues entonces no está todo perdido. Realmente… no hay nada perdido. Ahora ya no espera nada de nadie, ni siquiera espera a Nadie (escrito con mayúsculas, puesto que en este caso Nadie es un nombre propio). Ahora mismo sólo espera encontrar su lugar en este mundo de locos, y mantiene la esperanza de que en ese lugar… esté también la felicidad robada.

¿Qué de quién son los ojos?
- Esos ojos son de M.; los veo cada día al mirarme en el espejo, y cada día me quiero un poquito más al descubrir que a pesar de todo esto, y a pesar de todo lo que te has esforzado porque dejaran de hacerlo… siguen brillando
(¿recuerdas cuánto te gustaba mirarlos?)

1 comentario:

  1. Qué hermosa entrada ! y sí, los ojos demuestran & transmiten muchas cosas.
    Un besito corazón :)

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