13 de agosto de 2013

Tiempo

Aquí en Madrid
el tiempo sigue siendo tiempo.
   Tiempo para los que esperan
y para los que intentan retenerlo.

Nada cambia de una hora a otra
solo muerde el polvo mi paciencia.
   Nada se mueve en esta ciudad maldita
y lo único que pasa, es el tiempo.

Otros días es peor, y se vuelve lento
por el eco de tu voz sonando tan lejos.
   Y alguien me roba el mes de abril
desde un tocadiscos viejo.

Puede que allá en Buenos Aires
el tiempo haya dejado de ser tiempo.
   Que por sus calles estalle tu risa
y se congele la ciudad en un segundo eterno.

No lo sé.

Tal vez estés contento.

Tal vez leas un libro de García Márquez
en Mar de Plata, y me busques en sus páginas.
   O hayas perdido en medio del océano
el recuerdo de mi aliento.

Desde que te has ido no encuentro la manera
de librarme de este anhelo.
   Y puede que cuando vuelvas
florezca la primavera en este invierno eterno.

No lo sé.

Solo sé que tengo miedo.

Del tiempo cuando no pasa
y de la nieve que cae en este infierno.
   De ti, que no me llamas
y del silencio en el que arde el teléfono.

Aquí en Madrid,

hace tiempo y frío
que no nos vemos.

3 comentarios:

  1. Que dulce eres. También yo espero que envien al hombre de Argentina y que vuelva a hacerme la chica mas feliz del mundo

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  2. Uno de los mejores que has escrito. Precioso :)

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  3. Tierno, dulce, precioso. Es la primera vez que me paso por tu blog, he leído varias entradas y adoro cómo escribes. Volveré a pasarme. Pásate si quieres por mi blog. Besos.

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