3 de diciembre de 2012

Siempre diré que no lo sabía

Pero que te voy a contar de callejones sin salida
de excesos, de cuerpos, de besos,
de noches a la deriva
de huracanes, de aguaceros
en el corazón
si solo soy
la misma
en otra piel, a lo mejor
hasta en otra vida,
la misma
en otra canción
sufriendo tu carretera
deseando,
-ojalá
esta noche sea de esas en las que llega el mundo
y te declara la guerra
para poder lamerte las heridas
encajar tu cabeza en mi hombro,
tus dedos en mi
muñeca,
mis dientes en tu
mejilla,
para soportar el peso de tus derrotas
de tus manos
vacías.

La misma
memorizando tu pasión en cada paso que caminas
en cada palabra
que deslizas.
Que hasta el café, las tostadas
el sudor por las mañanas
las cosas más mundanas
me hacen querer romper relojes, retar al tiempo.
Yo
siempre
diré que no lo sabía
pero
somos tan imposibles
como lanzar un velero de papel al mar del norte y conseguir salvarlo
no acordarse
al pasar las hojas del calendario,
no rendirse
ante tu ternura
venciendo
mis dudas.
Tan imposibles
como parar el tiempo una noche de invierno
mientras te enredas
en mi pelo,
como querer llegar a tu cama
                                              y no quererte en el intento. 

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