15 de noviembre de 2012

18:18


No es un buen día. Hace rato que se ha puesto a llover. Las gotas golpean con rabia los cristales de la ventana, como si el cielo de repente estallara en un llanto desconsolado y contagioso. Me gustaría llorar a mi también, sentarme a su lado, abrazarla. Dejarme abrazar. Contarle que el mundo también es gris al otro lado de mis párpados y que estoy perdida. 
Tan perdida como cuando estaba perdida de verdad. O incluso más.
Pero hoy no es un buen día. Hace rato que se ha puesto a llover y ella todavía no se ha sacado las gafas de sol, a pesar de estar sentada en la cocina desde hace treinta y cinco minutos. Así que le miento. Le digo que si. Todo bien en la Universidad, hasta me han puesto matrícula en Derecho. Le miento. He conocido a alguien, un buen chico, te gustaría. Le miento más. Y ella sonríe. Y sus ojos sonríen detrás de las gafas. Cuanto me alegro, cariño. ¿Te quedarás? Y le miento. Le miento más. 

No es un buen día en este rincón del mundo. 
Fuera, sigue lloviendo y llorando la ciudad de cristal. 

4 comentarios:

  1. Creo que nunca podré leer tus textos una vez nada más. Son tan increíbles que leerlos dos veces son pocas las que hay que hacerlos.
    Me encanta éste, aunque sería mejor si en lugar de llover, hiciese sol. Mucho sol.
    Un besito

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  2. No era un buen día. Pero has escrito y eso lo ha mejorado. :)

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  3. Amo este blog con todas mis ganas :) Los textos reflejan ternura, pasión, amor y libertad . Me encantaa !

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  4. Me encanta... por la tristeza que desprende, por la forma de escribirlo, por todo.

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