15 de octubre de 2012

basado en sueños reales

Nos esforzamos en hacer planes. 
Estamos empeñados en trazar minuciosamente todos los pasos a seguir. Elegimos la ropa, el pelo, la comida, la casa, el felpudo de la entrada. Elegimos a las personas, el color de las paredes, el coche, la universidad, la marca de tabaco, las bandas sonoras, los cuadros. 
Hay treinta y cuatro marcas distintas de lavadoras y ochenta y cinco de champús para el pelo. Y ya ni hablar de las latas de mejillones en conserva. Podemos elegir entre un número infinito de taxis, el horario de un vuelo, la profesora de las clases particulares de matemáticas de tu hijo, el color de los adornos del árbol de navidad. Té o café. Perro o gato. Coche o moto. Mar o montaña. Hachís o marihuana. Rubias o morenas. 
Nos dejan elegir tantas cosas que acabamos creyéndonos que podemos elegir la vida.
Pero resulta que existen los motivos. Y las razones. Y las causas. Y toda esa mierda. Y llega un día y va la vida y lo desordena todo. Y dan igual la ropa, el pelo, la comida, la casa y el felpudo de la entrada. Porque de repente te encuentras en el único lugar en el que nunca habías esperado estar. Y no necesitas meterte nada para que el corazón te lata tan fuerte que sea difícil eso de hablar y respirar a la vez. 
Se rompen los esquemas y se olvidan los planes. Y tú te rindes. 

Lo que trato de decir, es que hace una vida y media que tenía su voz en los oídos y de repente, me he encontrado dando la vuelta al mundo para poder abrazarle por la espalda. Y entonces va ese tío y se tira desde la estratosfera. Lo veo caer al vacío desde el sofá de mi casa, mientras es domingo. Y pienso que qué sabrá ese tal Felix sobre el vértigo si nunca ha mirado el precipicio que hay en tus ojos. 
Ni ha visto caer tus párpados como guillotinas. Ni te ha escuchado susurrar bajito, casi viento.



Quizá, lo primero, sea besarnos mucho. 
Y después... la cabeza fría. Aunque el corazón arda.

12 comentarios:

  1. Me parece precioso. Tu forma de escribir siempre es un placer.
    Un abrazo :)

    ResponderEliminar
  2. Me parece precioso. Tu forma de escribir siempre es un placer.
    Un abrazo :)

    ResponderEliminar
  3. Me parece precioso. Tu forma de escribir siempre es un placer.
    Un abrazo :)

    ResponderEliminar
  4. "Que sabrá del vertigo si nunca ha mirado el precipicio que hay en tus ojos" De verdad esa frase me ha volado. No se me va a olvidar nunca. Vente a escribir canciones conmigo pero ya! jaja

    ResponderEliminar
  5. Me encanta porque siempre acabas hablando de alguien.

    ResponderEliminar
  6. Qué pena que no se pueda escribir un aplauso.
    Me encanta. Mucho mucho mucho.
    Un besito!

    ResponderEliminar
  7. No sé como lo haces, pero siempre me sorprendes. Nunca te repites, siempre te reinventas. Me encanta leerte, escribes de una forma... no sé, especial. Mientras publiques por aquí (o por donde sea) si puedo leerte, lo haré. Llevo mucho tiempo haciéndolo y me sigue encantando :)

    ResponderEliminar
  8. ¿Así o más perfecto?
    Gracias :D
    Divino leerte guapa!
    Desde aquí, desde México...

    ResponderEliminar
  9. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  10. La frase ''Y pienso que qué sabrá ese tal Félix sobre el vértigo si nunca ha mirado el precipicio que hay en tus ojos'' no puede marcar más. Precioso, como siempre!
    Un besiño!

    ResponderEliminar
  11. Sí,...Siempre hay unos ojos,..y un beso, y un adiós. Sí, siempre estarán sus ojos,..bellos gemelos mentirosos,.. fríos como puñales, y el vacío del final.
    Gracias por escribir.

    ResponderEliminar