5 de septiembre de 2012

September.

Septiembre huele a volver.
A amores de verano a punto de caducar. A noches de café, de apuntes y bibliotecas. A exámenes, a facultad, a su parte de atrás, a sus caladas a medias, a fumarse las horas muertas. A periodistas a medio acabar, con más pájaros en la cabeza que pies en la tierra. Huele a reencuentros, a viejos amigos, a nuevas historias, a vidas cruzadas para siempre en un vagón de metro, a miércoles locos. A ajustes de cuentas y a cuentas pendientes. A los lugares de los que hablaban las canciones, a libertad.
A cuatro habitaciones en Prosperidad preparadas para hacer historia.
Huele a proyectos, a retos, a planes. A cambiar el mundo desde el césped de la universidad.
A las paradas de metro que me vuelven a separar de tu cama. A You really got me. A la vuelta al cole.
Es tiempo de hacer maletas con ropa de otoño y reanudar esta vida improvisada tan lejos del mar. De llenar la nevera de cervezas y preparar el piso para la fiesta del jueves. Es tiempo de ser librepensadores, porque aunque los culpables se atrevan a llamarnos generación perdida, es tiempo de vivir. 


Septiembre huele a volver. La ciudad nos mira expectante.
Vuelve Madrid. Volvemos a la carga

1 comentario:

  1. Y sí :D
    A mi me llena más de energía los finales del verano , los principios del otoño; para realizar todos mis proyectos, que el año nuevo y así. Me gusta igual, pero éstas fechas, me cargan más de energía, insisto.

    :D
    Saludos desde México

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