17 de septiembre de 2012

De repente, descubrí que su mirada cabizbaja se debía al mensaje de texto que estaba leyendo y no a la obra que había vivido. Ese mensaje la tenía paralizada; lo leía una y otra vez. 
   Mi madre opinaba que los mensajes de texto del móvil contenían mucha verdad en pocos caracteres. La gente se esmeraba en contar sus sentimientos sin que el coste fuera excesivo. La concisión de los sentimientos. Ella guardaba muchos de los que recibía. Jamás los transcribía, jamás los pasaba a otros formatos. Creía que entonces perdían su magia. Guardaba mensajes de más de diez años de antigüedad. Me decía que en ellos había dolor extremo, pasión sincera y puro sexo. 
   Los sms, según ella, eran el acrónimo de "sexo más sexo". Me contaba que todo el mundo tenía guardado en su móvil un mensaje sexual. Y que a veces solo la persona que lo había recibido sabía que lo era; cualquier otro que lo leyera no lo descubriría. Ya que para ello debías conocer la hora a la que lo había recibido, el hecho que se había producido anteriormente y su intensidad. 
(...)
Yo también guardaba un mensaje en mi móvil desde hace tiempo, uno muy sexual, de esos que, como decía mi madre, nadie se lo imaginaría. Tan solo decía: "¿Vienes?". Me lo envió una chica cuando yo estaba inmerso en una relación. Cuando lo recibí, lo leí y me excité. Durante semanas lo releía y continuaba excitándome. 
No fui jamás a donde ella quería, por eso quizá aún guardaba ese sms y aún me ponía. 

TODO LO QUE PODRÍAMOS HABER SIDO TÚ Y YO SI NO FUÉRAMOS TÚ Y YO
Albert Espinosa

2 comentarios:

  1. Adoro a Albert Espinosa. Es una de esas personas que hacen falta en el mundo.

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  2. Después de leer esto me voy a leer el libro .

    pásate ! ; )http://veintedelocho.blogspot.com.es/

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