6 de junio de 2011

Sueños de papel,

 Y un Junio que quiere ser Octubre. 
El cielo está gris, la calle está gris, la ciudad está gris... M. está gris. Tirada en la cama, aparentemente consciente, su mente viaja muy lejos. 
El Ford Fiesta para delante del portal y él sonríe desde el asiento del conductor. M. se sube, y sonríe también. Conducen entre el caótico tráfico de las calles de Madrid rumbo lejosdecualquiera; suena The Clash y ambos cantan a gritos Should I stay or should I go. Pero no es ninguna pregunta, lo tiene muy claro: I stay. Diez minutos después están ya muy lejos de cualquiera. Es como encontrarse de nuevo en aquella habitación azul llena de fotos viejas por las paredes, polvo en al aire, ropa por el suelo, poemas de Bukowski en la boca, "hay una pájaro azul en mi corazón, que quiere salir...". Y palpar con la punta de los dedos lo efímero que es sentirse vivo. Canciones que aguanten sueños, eso decía cada vez que escribía algo nuevo y lo tocaba tímidamente entre humo de cigarros y borracheras de pasión. Todos tenemos sueños, ¿sabes? Algunos ya han sido alcanzados y se convierten en recuerdos borrosos y abandonados que te acechan cuando menos te lo esperas. Otros, otros se pierden por el camino antes, incluso, de empezar. No es motivo suficiente ese para que Junio se haya vuelto tan triste, tan baby blue. Como el sonido de una armónica. No es motivo tampoco este Junio blue para que M. esté viajando en aquel coche, cuando está tan lejos ya. Pero de vez en cuando aún vuelve a revolotear por aquí, como si no supiera lo mucho que pica necesitar algo que no ha sido tuyo ni por asomo. Y es como un sueño, de esos de papel, que se convierte en pesadilla y nunca acaba. Nunca. Cuanto amor tiraste por la borda... y como pica también pensar en tener que dejar Madrid, este año lleno de vidas que se han quedado cruzadas.
Los Beatles empiezan a tocar Here Comes the Sun a lo lejos... o no tan lejos. Su blackberry está sonando a unos centímetros de ella, le hace abrir los ojos. Pero no llega a tiempo para contestar. 
Era mentira esa canción, el Sol tampoco llega; el cielo sigue gris.
Y encima de la mesa, un cenicero lleno de cigarros, un café frío... y un millón de folios todavía por estudiar.

3 comentarios:

  1. No me gusta que M. esté triste.
    M. tiene una mente tan genial para escribir (hasta cuando son cosas tristes), estoy segura de que M. sabrá encontrar su camino y seguir adelante.
    M. deja Madrid, vuelva a casa o a donde va?

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  2. Muuuucho ánimo M!!! :) En cuánto abras los ojiños estarás en la playa olvidandote de todos esos apuntes y ese cielo gris! Disfruta cada minuto que puedasssss.
    Muuaaaa*

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  3. Mensaje para M:
    Por muy largo que haya podido resultar el invierno... aquí viene el sol. Y viene con fuerza, ¿o no notas como acaba con los restos helados que le quedan a Junio? Todo irá bien, te lo han susurrado los de Liverpool, fíate de las señales. It's all right!
    Un mordisquito(:

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