PEREZA, Londres 11 de Junio.

Magia.

No hay otra palabra para describir lo que se siente al escuchar los primeros acordes de Leones y que el corazón se te suba a la garganta, convertirnos en Animales y ser Manager de un grupo de rock, en un momento. Mientras sabes que, la próxima vez que la música empiece a sonar, los escucharás decir Quiero hacerlo esta noche contigo. En varios momentos de la noche me temblaron las piernas, el primero fue Como lo tienes tú, por eso de soy como tú estás, soy como te sientas... para acabar saltando y gritando que Yo nací para estar en un conjunto, por fin, después de tantos meses planeando el asalto al mundo. 

Recordar que preciosos eran los besos en la avenida de la Estrella Polar es tan genial como poder gritarle a Leiva desde la primera fila: estás sobre aviso, Voy a comerte; y que él te responda que cuando zarpa el barco se le pone el alma Pirata. En ese momento... mi corazón también ardía como el Windsor, y no me podía creer que eso estaba pasando de verdad, que estaba allí, a pesar de que la noche anterior el sol londinense me había despertado a las 4 y 26. Y entonces mis piernas volvieron a temblar con la pequeña sonrisa de Amelie, aunque eso es lo que buscaban cuando la crearon... y nosotras la cantamos, la sentimos... y luego saltamos como nunca, como SUPERHERMANAS que estaban allí por ese amor incondicional a los SUPERHERMANOS. Llegaron los chicos de Liverpool, los Beatles, y entonces Leiva me susurró Llévame al baile y pasó, lo que pasa cuando tu grupo favorito toca tu canción favorita, que te emocionas como si fuera el último día de tu vida... y en ese momento decidí que no me importaría morirme por esos chicos delgaduchos, con Ray-Ban y pitillos, por esos por los que siento un Violento amor; los mismo que me hicieron recordar que Pienso en aquella tarde fue la primera canción que me hizo llorar... 

Madrid, allí yo también tengo un rincón favorito, y ha sido esa ciudad la que me ha hecho sentirme durante este año como la tierna y dulce Lady Madrid, o siempre sin frenos... como Margot. Pero todo esto era sólo una Aproximación a lo que sería escuchar "que lo hago porque corre tu sangre Por mi tripa" a unos centímetros de ti, otro momento para temblar, para emocionarse y entender por qué estábamos allí. Porque quiero con ellos TODO, con Rubén y con Leiva; mataría por ellos a cualquiera... pero que parezca un Accidente. Grupies, eso somos, esa vocación que nadie entiende y que te lleva a cogerte aviones para aterrizar en otro país... a pesar de que diga que estás loca, no puedes evitar pensar que ha valido totalmente la pena. 

Cuando se retiraron del escenario para volver a aparecer minutos después, sin camiseta, gorras de polis y cantando en fila con Juancho, Tuli y César al Señor Kioskero, sabía que no podría ser más feliz. Aunque ya se acababa este concierto que más que concierto parecía un sueño... no sin antes recordarnos a todos que eran unos Superyonkies.

Algunos lo leeréis y no sabréis de qué hablo, otros pensaréis que estoy loca, que he perdido el norte... pero sé que también habrá quién al leerlo, sienta lo mismo que sentí yo al vivirlo. 

No puedo explicar por qué los quiero, ni por qué me muero por ellos. Simplemente tienen magia, hacen magia con las guitarras y con la voz, llenan el escenario de amigos mágicos que lo hacen aún mejor y tienen canciones mágicas que me han acompañado a lo largo de mi vida... MAGIA, no hay otra palabra para describir estos dos días que he pasado en Londres siguiendo a Pereza.