27 de octubre de 2013

Se me escapó el alma en el último suspiro

Te vi 
bajar la guardia en aquel segundo maldito 
que te arrastró al lugar 
de las cosas perdidas 

Y besé
tus dedos ensangrentados de recomponer 
a tientas 
el espejo roto de la memoria 
para encontrar a penas su rostro 
rasgado a contraluz. 

1 comentario:

  1. "besé tus dedos ensangrentados de recomponer a tientas el espejo roto de la memoria"
    genial...
    un abrazo

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