Quiero que me mires. Joder. ¡Quiero que me mires y me digas a la cara que no queda nada de mí en ti! Dime, mirándome a los ojos, que no te daría un vuelco la vida si supieras que ya no respiro. Dímelo, ¿es eso?, ¿puedes? Dime la verdad por una vez.
Y si no puedes decirme eso, dímelo mintiendo para que yo cierre la puerta de una puta vez. Porque cuando me mires... cuando me mires podré ver cuántas de mis sonrisas quedan en tu iris; aunque me duelas tanto... que no quiera volverte a ver.
No hay comentarios:
Publicar un comentario